Querido Ascenso. Cuando La Academia fue Argentino

Querido Ascenso. Cuando La Academia fue Argentino

03/09/10 – 10:30

Especial Diario Clarín

A mediados de la década del 80, Racing jugó dos temporadas en la B. Y se topó con un verdugo inesperado: el mejor Argentino de Rosario de la historia, que le ganó los cuatro partidos que jugaron. Ahora, milita en la Primera D.

PorWaldemar Iglesias

Parece mentira: ese Argentino de Rosario que hace menos de tres décadas era sensación del fútbol de nuestro país, es ahora un equipo a la deriva, buscando futuro entre los rigores de la Primera D (marcha sexto en un torneo que lideran Atlas, Deportivo Riestra y Sportivo Dock Sud). En 1984, fue dueño de notas grandes, de protagonismo y de resultados para el asombro. Vivió entonces, varios de los días más felices de su largo recorrido.

Argentino no nació con tal nombre. El 15 de enero de 1912 se fundó como Club Atlético Social y Cultural 1º de Mayo. Su camiseta era como la de ahora y la de siempre: blanca con detalles azules. Más tarde pasó a llamarse Embarcadero Córdoba-Rosario. Y con ese nombre participó durante varios años en la Asociación Rosarina de Fútbol. Luego al club se lo llamó Club Atlético Nacional y, finalmente, se lo conoció como el Club Atlético Argentino, su actual denominación.

En 1944 se afilió a la AFA para jugar en la Segunda División. En 1945 realizó una gran campaña en esa categoría: finalizó segundo, a dos puntos de Tigre, que se consagró campeón y ascendió. En esa temporada resultó una notable revelación con un gran rendimiento de local (con 16 triunfos en 20 encuentros) y 101 goles convertidos en 40 fechas. Los años cuarenta fueron de pleno protagonismo: ganó sus únicas dos Ligas de Rosario (en 1944 y en 1948). En 1962 dejó de participar en dicho campeonato por razones económicas, pero en 1970 fue incorporado por la AFA en Primera C. Trece años después, logró el campeonato y ascendió a la Primera B.

La campaña de 1984 se la reconoce como la más épica de la historia de Argentino. Recién ascendido, tuvo un comienzo que conmocionó al fútbol nacional. En las primeras seis fechas sumó cinco triunfos y un empate. Y tenía por delante dos partidos enormes: debía visitar a Gimnasia, en el Bosque; y luego, debía recibir a Racing -recién descendido por única vez en su historia- en el Gigante de Arroyito. El primer encuentro lo superó con lo justo: 1-0. El segundo desafío resultó y resulta el partido más recordado de su vida de 98 años. Fue una victoria mágica por 4-3, ante unas 50.000 personas que le dieron lugar a la fiesta más grande jamás igualada en la historia del club del barrio Sorrento.

Aquel 24 de marzo, Argentino sorprendió a todos por la convocatoria, por el juego y por ese desenlace que todavía se festeja. El equipo ese día formó con: Vilche; Miniello, Monti, Belén, Corbera; Bertolini, Montero, Jansa; Bastía, Trebino y Herrero. Luego ingresaron Saavedra y Marinucci. Racing se imponía 2-0 en apenas 14 minutos, con tantos de Orte y de Grimoldi (de penal). Herrero y Bastía empataron antes del entretiempo. Racing, a partir de los dos minutos del complento, se quedó con nueve futbolistas por las expulsiones de Urán (a los 20 de la primera mitad) y de Cordero (al inicio del complemento). A los 13, Corbera puso el 3-2. Ocho minutos más tarde, el equipo de Avellaneda le abrió la puerta a un milagro y empató a través de Belloni. Pero no hubo caso. Era otra tarde para Argentino: a 13 minutos del final, Trebino estableció el 4-3 y la certeza del liderazgo para Los Salaítos.

Aquel partido marcó el principio de una sucesión de alegrías: las cuatro veces que Argentino enfrentó a Racing en su historia lo derrotó. La segunda aconteció también en ese memorable 1984: fue 2-1, en Avellaneda, con dos tantos de Jansa (el goleador del plantel en esta campaña, con 17 tantos). Las otras dos victorias fueron al año siguiente: ambas por 1-0; la primera, con gol de Rossini, en el Cilindro; la última, con tanto de Suárez, en la cancha de Rosario Central.

Más allá de esa racha frente a La Academia, la campaña de 1984 fue un territorio de sueños que no se volvieron a repetir. Argentino creyó durante un rato largo que podía llegar a la máxima categoría. En la tabla general de la temporada, luego de ser líder en las primeras fechas, finalizó quinto, detrás de Deportivo Español, Defensores de Belgrano, Racing y Lanús. Así, se clasificó al Octogonal por el segundo ascenso. Y lo eliminó Gimnasia, al que había derrotado en los dos partidos anteriores. Fue 3-2 en la serie (1-1, en Rosario; 1-2, en La Plata). No pudo ser, el entusiasmo se murió en el Bosque. O no tanto. Porque ahora -cuentan- todavía dura como recuerdo en las tribunas del José María Olaeta.